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Los encontraron enterrados cerca de un antiguo palacio.
En las últimas horas salieron a la luz las imágenes de uno de los descubrimientos arqueológicos más deslumbrantes de las últimas semanas.
Arqueólogos que realizaban excavaciones cerca de un palacio real de más de 1.000 años de antigüedad hallaron bajo tierra dos esqueletos, uno al lado del otro, que posiblemente hayan pertenecido a un matrimonio.
Eran “posiblemente una pareja casada“, deslizó Oliver Dietrich, arqueólogo del Instituto Arqueológico de Berlín.
Los esqueletos presentan notorias diferencias. Al de la mujer, que es más pequeño, le faltan los huesos faciales. Y no porque su cráneo haya sido extraído, sino porque su tumba fue excavada a poca profundidad y eso le causó daños post mortem.
Felix Biermann, profesor de arqueología de la Universidad de Szczecin en Polonia, contó a WordsSideKick.com que “la habilidad de la mujer se vio perjudicada por los posteriores disturbios en la tumba, por ejemplo por un arado o quizás también por pequeños animales que construyeron sus madrigueras en ella”.
El medio Bild informó que el hombre, en cambio, está prácticamente entero y fue enterrado junto con “una variedad de ajuar funerario”. Descansó en paz junto con un cuchillo, un cinturón y la punta de hierro de un bastón.
“Concluimos que este hombre vivió en el siglo IX d. C. y era un funcionario del castillo o castro franco que existía allí en ese momento. Como no llevaba armas consigo, probablemente era más oficial que un guerrero”, dijo Biermann.
La mujer no tenía nada a su alrededor, lo cual consideran “muy inusual. El especialista sugirió: “Tal vez ella ya era cristiana, pero el hombre era aún más tradicional. En el cristianismo se evitaban este tipo de adiciones”.
Los descubrimientos tuvieron lugar cerca del palacio construido por el emperador romano Otón el Grande en Hefta, Sajonia-Anhalt.
El hallazgo del antiguo Egipto que conmovió a los arqueólogos
En octubre se conoció que el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto confirmó el hallazgo de un cementerio de hace 3400 años. Fue descubierto en plena temporada de excavaciones en el contexto de una misión arqueológica dirigida por el Consejo Supremo de Antigüedades (SCA).
El lugar data del Nuevo Reino del Antiguo Egipto; se encuentra al sur del país en el área de Al-Gharafa, de la necrópolis de Tuna El-Gebel, en Menia (Minya).
El cementerio que estuvieron buscando durante 7 años perteneció a altos funcionarios y sacerdotes, informó el secretario general del SCA, Mostafa Waziri.
¿Qué encontraron? Entre los hallazgos había un papiro completo de 16 a 18 metros de largo con un texto sobre el “Libro de los muertos”; un ataúd de madera de la hija de un sacerdote; joyas; amuletos; figurillas de cerámica y madera.
Sin embargo, lo más impactante fue el descubrimiento de varios ataúdes de piedra y madera con momias intactas dentro.
“Se han descubierto muchos artefactos tardíos, como estatuas de Oshapati de varios tamaños, materiales, colecciones de macetas canópicas de albuster, piedra caliza, vianus, miles de amuletos y numerosos ataúdes de piedra y madera en formas humanas”, detalló el SCA.