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El planeta que rige al signo de Agua vuelve a su fase directa.
Neptuno, el planeta de la ilusión y que simboliza al dios de los mares y las aguas, deja hoy de retrogradar. El también llamado “el Señor del Imperio Invisible” ha estado en Piscis, el signo del que es regente, desde abril de 2011 y permanecerá allí hasta marzo de 2025.
En diálogo con Clarín el astrólogo y docente Juan Pedro Giménez precisó que el fin de la retrogradación de este planeta transpersonal es un tránsito que influirá en mayor o menor medida dependiendo de la carta natal de cada persona.
“Nosotros desde el Centro Astrológico de Buenos Aires consideramos que un planeta estando directo o estando retrógrado funciona exactamente igual. Lo que importa son los aspectos que haga el planeta con otros factores. Por ejemplo, un tránsito que pueda hacer ese planeta con planetas de nuestra carta”, explicó.
Desde hace varios años que la astrología estudia y pondera las retrogradaciones como una oportunidad y no como un tránsito eminentemente desfavorable. En ese sentido, Giménez señaló que, como ocurre con otros retrógrados, el aparente retroceso de Neptuno volcó sus temáticas hacia la introspección.
“Neptuno retrógrado vuelca la mirada hacia el pasado, nos lleva a reflexionar”, afirmó el especialista, quien subrayó la importancia de interpretar el tránsito individualmente.
A modo de ejemplo, el especialista explicó: “Si estando retrógrado Neptuno no le estaba haciendo ningún aspecto a planetas de nuestra carta (una oposición al Sol o cuadratura a la Luna, por ejemplo), entonces, incluso retrógrado, nosotros lo hubiéramos sentido como un aspecto armónico. Si al ponerse directo le hace oposición a tu Luna natal o cuadratura a tu Sol u otro aspecto tenso, entonces lo vas a sentir como algo inarmónico”, dijo.
Ahora bien, la fase directa de Neptuno en Piscis empezará este miércoles, mientras el Sol se encuentra en Sagitario y la Luna se ubica en Virgo y en oposición a Neptuno. Aunque será por un breve número de horas, la Luna y Neptuno enfrentados podría generar algo de tensión.
En detalle, el astrólogo (@johnmotor) señaló que la Luna en Virgo “buscaría orden, control, racionalidad y claridad”, mientras que Neptuno en su manifestación inarmónica se inclinaría hacia la confusión.
Entonces, ¿qué evitar durante este aspecto? “Tal vez no serían buenos momentos para tomar decisiones sin pensarlo demasiado, habría que detenerse un poco, reflexionar, sopesar los pros y los contras”, añadió.
Neptuno: el misterioso planeta de los sueños y la fantasía
En general, la astrología sostiene que el movimiento de los planetas transpersonales (aquellos que se ubican más lejos del Sol y que no son visibles desde la Tierra sin la ayuda de un telescopio) no se siente tan cercano como los tránsitos de los planetas personales como Mercurio, Marte o Venus.
Sin embargo, Giménez indicó que es probable que las personas que tengan Sol, Luna o ascendente en Piscis se vean más movilizadas bajo la fase directa de Neptuno, en especial si están ubicados entre los grados 23 y 29, (muy cerca de Aries). El planeta seguirá avanzando lentamente por esos últimos grados de Piscis.
En palabras del astrólogo, el regente de Piscis se relaciona como ningún otro planeta con el mundo de los sueños, la percepción de otras dimensiones, la fantasía, la música y la poesía. Entonces, si su fase directa se manifiesta armónicamente en nuestra carta natal, “nos puede inspirar mucho”.
“Neptuno también tiene que ver con la empatía, la compasión, la sensibilidad —explicó Giménez—; tal vez, sean unos meses en los que vamos a estar abocados a la ayuda al prójimo, al servicio, ante las personas que lo necesiten”.
Por último, si ese “sexto sentido” neptuniano se presenta como un aspecto poco armónico en nuestra carta natal, el astrólogo aseguró que “siempre conviene ayudar al tránsito de Neptuno apelando a la razón, a la mente, al raciocinio, al análisis, a la previsibilidad, dentro de lo que sea posible, para evitar caer en confusiones o segundas intenciones de parte de otros”.